EL TRABAJO DOCENTE EN EL MEDIO RURAL

EL TRABAJO DOCENTE EN EL MEDIO RURAL
RUTH MERCADO

Es una muy buena lectura para empezar el semestre, ya que más adelante llevaremos a cabo nuestras prácticas en comunidades rurales, para comenzar la autora plantea unas palabras de una maestro rural que dice: la mayor virtud o cualidad del maestro que trabaja con dos o tres grados, o con toda la primaria completa, es hacer que todos trabajen parejos, con el mismo entusiasmo. Así es debemos de tener, nos debe brotar el entusiasmo y deseo de que los niños aprendan.

A fin de aprender, los niños deben realizar las actividades por sí mismos pero, para lograrlo, el maestro debe organizarlos y conducirlos. El trabajo en el medio rural presenta un reto singular. Las condiciones de la escuela y las carencias materiales pueden ser desalentadoras, por eso es importante el interés que los maestros tengan para emprender su labor. Los recursos más importantes con que cuenta el maestro son las preguntas, los conocimientos y las vivencias diarias de los niños.

Los primeros días frente al grupo son los más difíciles. Se organiza el trabajo del año y, con la ayuda de todos se hacen las modificaciones para tenerlas al día. Es durante las primeras semanas cuando el maestro puede acostumbrar a los alumnos a trabajar en forma ordenada. El trabajo en la escuela multigrado se facilita mucho si se enseña la misma materia a todos los grados a la vez. La comprensión y la confianza son indispensables para que los niños participen y aprendan en clase. La disciplina puede ser un problema y ocasiona pérdida de tiempo. Por eso desde el principio el maestro debe acordar con los niños algunas reglas que todos respeten.

El maestro puede aprovechar los materiales a su alcance, como los guiones y juegos didácticos, así como los ejercicios o experimentos propuestos en los libros de texto. Lo importante es que los alumnos realicen las actividades y se expresan con sus propias palabras, y no únicamente observen o escuchen al maestro. Es inconveniente empezar el tema con un dictado o una copia. Es preferible que los alumnos hablen acerca de lo que imaginan o saben el tema.

Durante el tratamiento de los temas y la realización de las actividades es importante cuidar la forma de intervenir para lograr que los alumnos participen. Al explicar, los maestros frecuentemente intercalan preguntas o permiten que los niños agreguen sus comentarios, para mantener el interés.

Al trabajar juntos, los niños pueden aprender unos de otros, siempre y cuando el maestro los anime a expresar, comentar y argumentar sus ideas entre sí. Los niños más avanzados son un apoyo importante; en algunas ocasiones pueden ayudar al maestro, siempre y cuando no abandonen el trabajo que les corresponde ni les hagan el trabajo a los demás.

Los niños que ya saben leer un poco más lo pueden hacer frente al grupo. Cuando los alumnos comienzan a leer, lo más importante es que traten de comprender el texto; después será más fácil que aprendan a hacerlo con la entonación adecuada.

En las comunidades rurales, a veces, a los niños les falta tiempo para hacer tareas; en algunos casos carecen de la luz o de un lugar adecuado para trabajar en casa.
El maestro procura estar atento diariamente a lo que aprende cada alumno para ajustar sus clases y sus comentarios a lo que saben los niños.

Los maestros tendrán que hacer una evaluación formal de lo que han aprendido los alumnos; ésta puede presentarse por medio de preguntas orales y ejercicios, o con un examen escrito.
Con todo este material iremos ricos en el aprendizaje de la comunidad rural, para desempeñarnos de una forma que guste tanto alumnos, maestros como los mismos padres de familia y claro sentirnos bien nosotros mismos en nuestro trabajo. En estos casos debemos de adecuarnos a las condiciones de la comunidad para sacar adelante el trabajo.

Mercado, Ruth (2000), "Conocer a los alumnos" y "Saber enseñar en la escuela rural", en El trabajo docente en el medio rural, México, DIE/ SEP (Biblioteca del Normalista), pp. 57-65 y 71-118.